En busca del neomudéjar madrileño. 2ª parte: Sanidad y beneficencia

Hoy os propongo continuar nuestro recorrido en busca del neomudéjar madrileño, centrándonos para la ocasión en algunos de los hospitales y los asilos construidos en el Madrid del Restauración, realizados de acuerdo a una idea de arquitectura de servicios funcional y carente de todo artificio o suntuosidad.

Doctor Esquerdo en 1925

Entre los edificios pertenecientes a este grupo se encuentran los situados en el Ensanche de Madrid, planificado por el arquitecto, ingeniero de caminos, canales y puertos y urbanista Carlos María de Castro, y aprobado  por la S.M. Isabel II el 19 de julio de 1860, así como en algunos puntos de la periferia y en las calles O´Donnell y Doctor Esquerdo. El Hospital del Niño Jesús, el Asilo de las Hermanitas Pobres, el Asilo de la Purísima Concepción o el Asilo de San Diego y San Nicolás son algunos de los que visitaremos.

Hospital de San José y Santa Adela de la Cruz Roja (Avenida de la Reina Victoria, 22)

San Jose y Santa Adela (1)

Este edifico destinado a hospital fue proyectado en 1893 por el arquitecto José Marañón y Gómez Acebo, a quien sucedería tras su fallecimiento, acaecido en 1900, su discípulo Daniel Zabala.

Fue construido gracias al legado testamentario de Dª. Adela Balboa y Gómez, siendo su nombre oficial “Casa de Salud San José y Santa Adela” en honor a su benefactora.

Su construcción finalizó en 1908 y estaba formado por cuatro pabellones de planta rectangular, distribuidos según un esquema simétrico y lineal, con dos brazos de dos crujías paralelas a fachada y patio, y zaguanes laterales para pasos de carruajes, que flanquean un tercer cuerpo central, transversal y retranqueado.

Los pabellones de enfermos, de planta rectangular, se sitúan alrededor de un tranquilo patio ajardinado.

La pequeña capilla, obra ya de Zabala, se sitúa en el cuerpo central de la fachada y presenta planta de cruz latina de una sola nave, y esta rematada por un afilado torreón con chapitel de estilo neogótico. En su interior destacan las magníficas vidrieras de la casa Maumejean. En junio de 1928, se inauguraría el dispensario, situado en un segundo edificio anexo al hospital.

San Jose y Santa Adela (4)

En el exterior, situado en el centro de la fachada, y aunque no esté relacionado con el tema principal del que trata esta entrada, creo que merece la pena detenerse en el grupo escultórico erigido en 1925 en homenaje a la duquesa de la Victoria y por extensión a la Cruz Roja Española.

Realizado en mármol blanco por el escultor asturiano, escultor asturiano Julio González Pola y García, en el aparece la duquesa, Dª Carmen de Angoloti y Mesa, íntima amiga de S.M. Victoria Eugenia de Battenberg, presidenta de la Cruz Roja Española. Sobre una base ligeramente adelantada, sobre la que se apoya la figura de la duquesa atendiendo a un soldado herido, se levanta un pedestal separado del cuerpo anterior con una orla de hojas de laurel, símbolo de la Victoria.

En él se sitúa una gran cruz enmarcada por una corona de laurel y roble, símbolos del heroísmo y la fidelidad, todo ello rematado por el escudo nacional sobre cartela de roleos, sobre la que se posa la corona real, y de la que cuelga el collar de la orden del Toisón de Oro. A la izquierda del escudo nacional está el del reino de Marruecos, y a la derecha el escudo ducal de la duquesa de la Victoria.

Apoyados en los brazos de la cruz aparecen dos parejas de militares: a la derecha un oficial de regulares tras el que se encuentra un soldado marroquí, y a la izquierda un oficial del tercio de Marruecos en primer plano, y detrás un legionario.

En la placa de mármol rojo situada en el frente de la cruz se puede leer la siguiente inscripción:

“ESTE/MONUMENTO/FUE INAUGURADO EL 29 DE JUNIO DE 1925/POR/S.M. LA REINA DOÑA VICTORIA EUGENIA/BAJO CUYO ALTO PATROCINIO/ALENTADOS POR SU AUGUSTO EJEMPLO/REALIZARON SU/ PIADOSA Y PATRIÓTICA OBRA/LOS HOSPITALES/DE LA CRUZ ROJA DE TODA/ESPAÑA”

Y al pie del monumento:

“A LA DUQUESA DE LA VICTORIA/INSIGNE BIENHECHORA DE LOS SOLDADOS HERIDOS/Y ENFERMOS POR LA CAMPAÑA DE MARRUECOS/LA NACIÓN AGRADECIDA”

Hospital del Niño Jesús (Avenida de Menéndez Pelayo, 65)

Hospital del Niño Jesús (31)

Construido en estilo neomudéjar por el arquitecto Francisco Jareño y Alarcón, como era habitual en la época a la hora de fundar otros centros similares, la construcción de este hospital se debe a la acción caritativa de la aristocracia, siendo financiado por la “Asociación Nacional para el cuidado y sostenimiento de niños” que presidía la duquesa de Santoña.

El complejo hospitalario, que obtendría la medalla de oro en las exposiciones de Amberes, París, Londres, Viena y Barcelona celebradas entre 1866 y 1888, responde fielmente a la tipología habitual en este tipo de edificios, pudiendo considerarse como el prototipo de los hospitales y asilos que se construyeron en Madrid en los años previos a la Guerra Civil.

Así, sobre un solar de grandes dimensiones, en el eje del edificio se dispone la iglesia y, a ambos lados y en paralelo, se sitúan largos pabellones; quedando los distintos edificios unidos por un cuerpo octogonal paralelo a la calle.

Pese a ese claro estilo neomudéjar, del que es uno de los mejores ejemplos, el Hospital del Niño Jesús aún conserva influencias del neoclasicismo habitual en su autor hasta ese momento, visibles en la ordenación y la simetría del conjunto.

La construcción, como no podía ser de otra manera, es de ladrillo con una gran severidad decorativa. Tan solo la fachada de la iglesia presenta una decoración más elaborada, con galerías de arquillos ciegos y paneles decorados con motivos romboidales.

Asilo de la Fundación Dª Fausta Elorz (Calle Conde de Peñalver, 53)

Fundación Fausta Elorz (9)

Construido según un proyecto del arquitecto Daniel Zabala Álvarez entre 1910 y 1914, el origen de este edificio se enmarca dentro de la serie de fundaciones benéficas que se crearon en el Ensanche madrileño durante la Restauración. La filántropa de origen navarro, Dª Fausta Elorz, financiaría la construcción de este complejo, que ocupa la manzana comprendida entre las calles Conde de Peñalver, donde en un primer momento se instalarían un asilo de ancianas y una escuela de niñas con una capilla común, regentadas por las religiosas de las Hijas de la Caridad.

Zabala proyectó un cuerpo central cuadrangular de tres niveles, a cuyo nivel inferior se accedía a través de una escalinata. En este nivel se encontraban, la sala de espera, la portería y un distribuidor, mientras que en los niveles superiores se encontraban os dormitorios y las aulas.

Consta de tres pabellones avanzados de dos pisos, dos hacia el fondo y uno hacia el frente, situados a ambos lados del cuerpo central y unidos por una galería acristalada, que se remataba en sus extremos con escaleras completaban la composición simétrica de la planta. En la zona posterior dispuso la iglesia, con el panteón de la fundadora y sus progenitores, con planta de cruz latina, una sola nave y ábside recto, y un interior, como era habitual, de estilo neogótico, con bóvedas de crucería sobre soportes adosados a los muros y ventanales ojivales con vidrieras.

El exterior, con muros de ladrillo sobre zócalo de piedra, presenta los recursos decorativos habituales del neomudéjar, a base de líneas de imposta, pilastras, antepechos, motivos geométricos, etc., destacando en él, los piñones escalonados del cuerpo central y de los laterales.

Transformado en cárcel de mujeres durante la Guerra Civil, al finalizar ésta, paso a ser de hombres, la tristemente recordada Prisión Provincial de Torrijos, y entre sus muros sufrirían los rigores de los primeros años del franquismo personajes tan importantes del mundo de las letras como el dramaturgo Antonio Buero Vallejo y el poeta Miguel Hernández. En la actualidad, bajo la gestión de un patronato fiel a los deseos de la fundadora, funciona como residencia de ancianos.

Asilo de San Luis Gonzaga de las Hermanitas de los Pobres – Residencia de Mayores «Mi casa» (Calle Doctor Esquerdo, 49)

Asilo de las Hermanitas de los Pobres (11)

Proyectado por el arquitecto Ricardo García Guereta como residencia de ancianos, por encargo de una fundación de carácter benéfico, creada en 1906 por los albaceas de D. Luis de la Torre y de la Hoz y Dª Trinidad García-Sancho e Ibarrondo, Condes de Torreanaz, este edificio se edificó entre 1906 y 1910, siendo finalmente inaugurado el 21 de junio de 1910, encomendando su gestión a las religiosas Hermanitas de los Pobres.

El complejo se situó en un gran solar del Ensanche, con los diferentes pabellones rodeados de jardines. Presenta planta simétrica en H con un cuerpo central dispuesto en perpendicular al ala intermedia, en la que se encuentran el acceso, el vestíbulo de distribución y la iglesia, de una sola nave dividida en tramos, con bóveda de cañón y arcos fajones que descansan en columnillas, ábside poligonal y coro elevado a los pies.

A izquierda y derecha de esta zona central se sitúan los pabellones de hombres y mujeres, con planta rectangular y tres niveles, a los que se adosa un cuerpo de galerías de doble altura, actualmente acristaladas en su mayor parte.

Exteriormente presenta el habitual estilo Neomudéjar, si bien ya algo tardío, en el que destaca el alzado del cuerpo central escalonado y con planos adelantados y retranqueados, rematado con una cruz de piedra tras la cual aparece la esbelta torre cupulada. Fue declarado Bien de Interés Cultural (B.I.C.) en la categoría de monumentos el 28 de noviembre de 1996.

Asilo de San Diego y San Nicolás – Colegio de San Diego y San Vicente (Paseo de Eduardo Dato, 4)

Colegio San Diego (1)

El Asilo de San Diego y San Nicolás fue fundado por los marqueses de Vallejo con el objeto de asistir y educar a niñas huérfanas. Situado en Chamberí e inaugurado el 13 de noviembre de 1906 con una capacidad de 200 camas, su gestión sería encomendada a las religiosas Hermanitas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Una vez más estamos ante un edificio construido sobre un solar que ocupa toda una manzana.

Su arquitecto, Juan Bautista Lázaro proyectó un complejo eminentemente funcional, cuya planta se compone de cuatro crujías paralelas dos a dos y una quinta central a cuyos lados se sitúan dos patios, sobre cuyo eje se sitúan la fachada principal de acceso y la capilla. Utilizó un peculiar modo de construcción de ladrillo  denominado “a la catalana”, a base de combinar piezas macizas y huecas en aparejos de espiga o plano, para crear estructuras abovedadas de crucería en ladrillo de gran eficacia, que deja vistos los aparejos incluso en el interior. 

Con elementos decorativos neogóticos, el edificio se articula en dos plantas separadas por una imposta de ladrillo recorrida por una hilera de vanos de perfil apuntado en el piso inferior y octogonal en el superior.

Resulta curioso, por salirse de la norma, que el interior de la capilla, el espacio más importante del edificio esté realizado en fábrica de ladrillo visto, siguiendo las pautas habituales del neomudéjar, abandonando el neogótico habitual presente en el interior de las iglesias madrileñas construidas a finales del s. XIX y principios del XX.

Asilo de San José y Colegio de la Paz  – Residencia de Mayores La Paz (Calle Doctor Esquerdo, 44)

Instituto de Puericultura y Colegio de la Paz (1)

El Colegio de la Paz, dependiente de la Casa Real, fue fundado en 1679, por Ana Fernández de Córdoba, duquesa de Feria. Estuvo situado en la calle de Embajadores, junto a la maternidad de Mesón de Paredes, hasta que a partir de 1903 y hasta 1934, la Junta de Damas impulsó la construcción de varios edificios, configurados en torno al Asilo de San José, en el solar del que eran copropietarias, junto con la Diputación Provincial y el Ayuntamiento madrileños.

El proyecto inicial, incluyendo un pabellón docente para alumnas externas situado en la calle Doctor Castelo, fue encargado a Luís María Argenty Herrera, por aquel entonces arquitecto jefe de la provincial de Madrid.

Sería en 1926 cuando la Diputación Provincial decidiría el traslado del colegio de la Paz para ubicarlo junto al Asilo de San José, aprovechando para iniciar la construcción de la nueva Inclusa o Instituto Provincial de Puericultura, encargando los proyectos a los arquitectos Baltasar Hernández Briz y Francisco Fort.

En 1925 se finalizaría la construcción de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, obra de Joaquín Kramer Arnaiz, realizada en estilo neogótico tanto en el exterior como en el interior,  a cuya realización contribuyó en gran medida el Senador Vitalicio por Madrid, Adolfo Bayo y Bayo.

La construcción de los distintos edificios que forman parte del complejo, que concluiría principios de la década de los 30 del siglo pasado, daría como resultado un conjunto con elementos de diferentes épocas, si bien dentro de cierta unidad formal, visible en su arquitectura racional de ladrillo sin apenas alardes decorativos. Tras varias reformas y ampliaciones, en 1989 el edificio principal se remodeló para su uso como residencia de ancianos y en 2002 se demolieron los pabellones menos representativos para dejar paso al edificio administrativo proyectado por Rafael Moneo, manteniéndose únicamente el proyectado originalmente por Argenty con fachada a Doctor Esquerdo y Doctor Castelo.

Instituto Provincial de Puericultura (Inclusa) – Consejería de Políticas Sociales y Familia (Calle O´Donnell, 50)

Escuela de Matronas y Casa de Salud Santa Cristina (1)

El Antiguo Instituto Provincial de Puericultura, más conocido como la inclusa es el edificio que marca el final del neomudéjar madrileño, ya que su arquitectura, aun manteniendo las características tipológicas de otros edificios de la zona, reduce considerablemente la presencia del ladrillo al enfoscar los muros de fábrica, quedando la presencia este material reservada para el recercado de huecos, líneas de cornisa, pilastras, arcos, y otros detalles decorativos.

La construcción de este complejo de edificios se inició en 1926, tras encargar la Diputación de Madrid el proyecto al arquitecto Francisco de Asís Fort y Baltasar Hernández Briz, con el fin de atender a los recién nacidos madrileños que más necesitados, funcionando a partir de entonces como nueva inclusa. 

El arquitecto proyectó cuatro pabellones situados a espaldas del colegio de la Paz, entre las calles O’Donnell y Doctor Castelo: el pabellón central con fachada a O’Donnell; un pabellón de viviendas desde el que se podía acceder directamente al colegio de La Paz, el pabellón de destete; y el de enfermería, con los dormitorios de las religiosas, despachos, farmacia y una gran terraza con galería orientada a mediodía. En la actualidad, tras efectuar las obras necesarias para su acondicionamiento, es la sede de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid.

Asilo para Ciegos de la Purísima Concepción – Fundación Catalina Suárez (Avda. de la Ciudad de Barcelona, 85)

Asilo para Ciegos Purísima Concepción - Fundación Catalina Suarez (7)

Proyectado por el arquitecto Eugenio Jiménez Corera en 1907, este edificio exento situado en la Avenida Ciudad de Barcelona 85, ocupa gran parte de la manzana. Con su valla frontal también neomudéjar, con pilastrones enmarcando el acceso, y su pabellón de portería, constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura de servicios de finales del s. XIX.

Las obras de construcción comenzaron en 1908 prolongándose hasta 1912, mientras que el pabellón de portería, obra de Antonio Álvarez redondo, es de 1919. Fue construido gracias a la generosidad de Catalina Suárez, Marquesa de Vallejo.

El edificio presenta planta en E, con el eje central separando las zonas de mujeres y de hombres. A la entrada, centrada en la fachada, se accede mediante una escalinata que da al vestíbulo situado en el brazo central de la E, tras el que se abre el jardín trasero, con la capilla y la residencia de las religiosas. Las habitaciones de los residentes se encuentran en la primera planta y los comedores y otros servicios en la planta baja, disponiendo las mejores estancias de escaleras de uso exclusivo.

La fábrica es de ladrillo visto, como es de rigor en la arquitectura neomudéjar, con relieves realizados con el propio ladrillo a base de rehundidos o resaltes en frisos, cornisas, huecos y aleros, estos últimos decorados con ladrillos escalonados con modillones volados.

Llaman la atención las esquinas curvas de los pabellones laterales a ambos lados de la escalinata de acceso y la balaustrada de ladrillo que los remata. La horizontalidad el conjunto se ve rota por una serie de pilastras en relieve de ladrillo presentes en el frontal de cada uno de los brazos de la E, rematadas por unos tejadillos de azulejos vidriados de color verde y adornos de forja. En la actualidad es una residencia de mayores y ancianos ciegos, gestionada por la Fundación Catalina Suárez, con capacidad para 156 personas.

Hasta aquí ha llegado por hoy esta 2ª parte dedicada al neomudéjar madrileño, en la que nos hemos centrado en los asilos y hospitales que se construyeron en el Ensanche de Madrid a finales del s. XIX y principios del XX. En la próxima entrada, la penúltima de la serie dedicada a este estilo arquitectónico tan popular en Madrid, dirigiremos nuestros pasos hacia los edificios de la arquitectura industrial que se levantaron preferentemente en los barrios situados al sur de la Villa y Corte, en las proximidades de las estaciones de Delicias y Atocha.

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